El corsario y sus corceles...

Ok, les informo la situación...

Nuevamente (es cierto, no es la primera vez) por culpa de mi maldito Internet, se borra aquel texto que con tanta inspiración escribir para el trabajo... Es aun mas cierto, la inspiración ya se fue, y sin duda lo que sea que escriba ahora, no será ni la mitad de lo que una vez aquí estuvo... pero acaso eso no es una característica del emprendedor? "resiliencia"... no negare mi frustración...pero aquí vamos con el segundo tiro...

Es Sabido que no es un general quien gana las batallas...si no, sus aguerridos soldados. Mercenarios, Comandos... hasta los grupos mas reducidos y electos saben confiar sus vidas a su entorno, aquellos que viven lo mismo y que luchan con el espíritu de un espartano. 

Y es que la vida me ha enseñado a golpes a desconfiar incluso de aquellos cercanos, pero mas de alguna vez he necesitado increíblemente un hombro, una mano, un amigo. Para mi suerte, siempre lo he tenido, incluso cuando me veo solo entre la multitud. Y por esto, he aprendido a engañar a mi institucion 8aquella paranoica manía de no confiar en nadie) y caer en las manos de la confianza, aun cuando en contadas ocaciones termine retrocediendo.

No les negare que mi tendencia al trabajo individual es casi absoluta, y es que desde nuestra enseñanza básica nos enseñan a trabajar en grupos, pero a competir con toda la ira que amerita el primer lugar entre nosotros. Costumbre que incluso se hace presente aquí, en la universidad. Entonces, ¿como confiar en aquel competidor que tienes al lado? pues simple, conociendo, adquiriendo, aprendiendo y aplicando. Una mano derecha no llega sola, se trabaja, se pule, y cuando se tiene, es magnifica. Uno debe proponerse la confianza en los indicados, y se llevara varias sorpresas.

Un lobo brilla en su esplendor en solitario, pero sabe cuando dirigirse a la manada. me explico. El emprender no es algo que deba expandirse como malesa, pero si armonizar con las plantas de alrededor. No se tarta de trabajar en grupos inmensos. se tarta de estar ahí con los precisos, y confiar en un trabajo grupal. El lobo debe saber cuando aullar en conjunto, y cuando acechar solitario.

Siempre se me ha facilitado el trabajo en solitario, pero en un desafio tan difícil y arduo como es el emprender, una mano, un consejo, un hombro, creanme que siempre ayuda.

Sepan cuando actuar por iniciativa, conozcanse lo suficiente para pedir ayuda, y sobre todo, siempre sigan caminando, sigan escalando y de ser necesario, denle la mano a aquellos que deben estar ahí con ustedes

eso precisamente es saber emprender.